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De la 5 a la 7 semana: El periodo de socialización canina.
Desde la quinta semana los cachorros empiezan a gruñir para obtener comida.
Los cachorros se consideran ya emocionalmente desarrollados y listos para aprender. Lo que aprenda durante este periodo será retenido y formará parte de su personalidad adulta. Los cachorros no deben ser destetados en este periodo. Pueden recibir un suplemento nutricional a partir de las tres semanas de edad, pero debemos dejar que la madre decida cuanto les dará de mamar. Un cachorro separado de la camada durante ese periodo podría acabar siendo ruidoso o agresivo. Sin embargo, si se le mantiene con la camada y la madre después de la séptima o octava semana su desarrollo emocional se frenará y se desarrollarán actitudes hurañas y bruscas que se mantendrán en el periodo adulto.
13 a 16 semana: El periodo de jerarquización.
Durante este crítico periodo la autoridad absoluta del propietario se desafiará. El cachorro realiza los primeros intentos de rebeldía y se establece a si mismo como ser dominante en la jerarquía ( la familia). Si al cachorro se le permite hacer en este periodo, la confianza y el respeto en el propietario que se desarrollaron en fases anteriores pueden perderse para siempre. Debemos subrayar cuan importante es no reforzar este comportamiento con señales confusas. Un error bastante común en los jóvenes propietarios es por ejemplo la costumbre de alimentarlo antes de que coma la familia ("así no nos molestará mientras comamos"). En el pack de perro dominante está el hecho de comer primero, así que alimentando a su cachorro primera le reconoce como miembro dominante de su familia!
4 a 8 meses: El periodo de "fuga".
Este es el periodo en el que su cachorro piensa que no le necesita más y muestra interés en deambular en el mundo exterior. Hay que subrayar la importancia de lo que un refuerzo positivo o negativo puede hacer en esta etapa. Si su cachorro vagabundea por ahí, no lo castigue cuando lo llame y suceda que vuelva, pues puede ser inmediatamente asociado el regreso con el castigo y las posibilidades de que sea obediente disminuyen. Nunca, jamás, llame al perro para castigarlo! Al contrario, siempre piense en tener un premio (galletas, por ejemplo) para dar a su perro cuando regrese. Este condicionamiento positivo es extremadamente efectivo tan pronto como su perro oiga que usted lo llame y asocie esta recompensa potencial y regrese a comprobarlo.
9 a 12 semana; Periodo de impacto.
En numerosas razas este periodo puede extenderse bastante, hasta la madurez sexual. Este es un importante periodo para enseñar al cachorro a buscar, especialmente para perros de trabajo. Un cachorro que no es enseñado o rechaza aprender a buscar nunca será capaz de ser posteriormente un perro de detención o un perro guía.
